Es el secano costero aledaño a Curepto (mapudungun, "donde corre el viento") el que con decenas de familias abre sus hogares para compartir su experiencia cotidiana con nuestros jóvenes alumnos. Desde hace 12 años que esta importante empresa de aprendizaje mutuo se ha venido gestando en el Instituto San Martín.

Siendo motor impulsor la Pastoral del ISM, centenares de alumnos (as) han participado en este programa –uno de varios-que cada año van desarrollando de acuerdo a la edad cronológica y el curso en que están para promover el desarrollo de una adecuada "conciencia social" en cada uno de los jóvenes maristas de Curicó.

El domingo 16 de Octubre, los estudiantes junto a sus padres, apoderados y familiares participaron de la Misa de Envío con que se les despidió. El padre José Abarza quien ofició la misa, señaló sentidamente: "…Queridos jóvenes, Uds. van a entrar a lugares, a casas y a familias que son sagradas; lugares donde tal vez hay maltrato, pobreza; donde pueden descubrir que una familia con cinco integrantes y con un sueldo mínimo hacen milagros para pasar el mes. Todas esas experiencias les van a interpelar con su propia realidad (…); por eso deben caminar descalzos –como lo están ahora- porque eso significa caminar con cautela porque me duelen los pies. En el fondo, cuando camino descalzo, camino con cuidado, lo hago con p-r-u-d-e-n-c-i-a. No impongo nada; pido permiso; no le pongo el pie a nadie. Muy por el contrario, voy en un estado de cordialidad para encontrarme profundamente con el otro".

Pidió el pastor que cada uno de los jóvenes acudiese con sus cinco sentidos despiertos, sumando un sexto, el del sentimiento de la aceptación, y un séptimo de respeto al ir donde una familia que les va a acoger.

La profesora Rossana Avendaño presentó a seis alumnos de cuarto medio (Agustín, Magdalena, Pedro, Carlos, Javiera y Paula) que tendrán la misión de acompañarlos y a contenerlos durante estos días aconsejándolos y guiando a los nuevos peregrinos de esta experiencia campesina. "Ellos tienen la misión de congregarlos alrededor de las seis de la tarde, conversar con ellos, escucharlos y – a la luz del evangelio- repasar lo que ha ido pasando cada día. "

La Profesora Marcela Hormazábal, rectora del ISM, fue la encargada de entregarles a estos estudiantes monitores dos signos: la Biblia que va a ser la palabra del Señor que les va acompañar cada día y el cirio –encendido- porque cada monitor va a ser luz en los lugares donde están.

Nuestra rectora resaltó el hecho de estar viviendo la XII versión del Proyecto 14 de inserción rural y que por entonces comenzó en Cumpeo, Cordillerilla, Sagrada Familia, entre otros puntos de nuestra geografía: "Más de mil niños maristas han participado de este Proyecto con mucho éxito. Este año además es especial porque tengo una doble misión; acompañar y animar; y también como mamá quiero compartir que estoy tranquila y muy feliz porque mi hijo participa. Ocurre también que los profesores que acompañan a sus alumnos directamente y en la coordinación también viven esta experiencia con sus hijos (as). Tal es así con Rogelio Medina, Waldo Maldonado, Rossana Avendaño ó, como les contaba, mi hijo". Extendió nuestra rectora su agradecimiento hacia las familias que por años nos han acompañado abriendo sus hogares, compartiendo la mesa y sus historias.

Finalmente, les recordó la Profesora Hormazábal a cada uno de los padres presentes que cuando vinieron al colegio lo hicieron adhiriendo a un proyecto marista y que simplemente sostiene que nuestros niños que se educan en un colegio particular sean niños que tengan "conciencia social; sean niños que ayuden a construir un Chile y un mundo mejor. Sean niños que se den cuenta que no todos tienen las mismas oportunidades apreciando que todo lo que tienen ha sido un regalo del Señor. Y ese regalo, cuando se habla de Justicia debe ser un regalo igual para todos", manifestó.

Deseó lo mejor a cada joven para disfrutar del campo y de la vida rural apreciando cada rincón del paisaje, de la vida reconociendo, escuchando y aprendiendo durante cada instante porque esto es lo mejor que van a recordar de su etapa escolar agradeciendo -de paso- a los tutores que les acompañan y a los papás por confiar en la obra marista de Curicó.



Fotografía: Francisco Contreras Robles
Twitter: @teachercon3ras