El rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza Marín, destacó las cualidades personales del distinguido educador señalando que ha sido un ejemplo de lealtad y compromiso que permitió que generaciones de estudiantes "no solo vieran en tí al profesor; sino que al compañero, al papá en quien apoyarse y acoger tus consejos (...) por ser, sobre todo, un hombre de bien" ; luego indicó que "habemos profesores que recogemos esa característica permanente de consejero y hombre de fe" como una lección de aprendizaje.

El rector señaló además que "sabemos que se es profesor por variadas circunstancias; pero se es educador por una razón: cuando se cree en el futuro luchando en el presente a través de la formación de personas, en cualquier nivel en que nos desempeñemos, y con una cosmovisión educativa trascendente que lleva nuestro Proyecto Educativo Institucional.

Esta tarea educativa va más allá de un trabajo, de un título o de un rango y tampoco se agota en la vocación, sino que (...) es la elección de una forma de vida que fluye desde la labor diaria y desde las exigencias, desde el agotamiento, desde el transmitir esperanza: la alegría de ser lo que elegimos ser", destacó.

Luego manifestó que "aunque la sociedad ya no valora la labor del docente como antes y se le exige la mejor formación de las generaciones futuras; a pesar de ello, se continúa viviendo de esta forma: cada día dando lo mejor para contribuir a la formación integral de nuestros alumnos".

La autoridad del ISM subrayó que eso y más representó en nosotros el Profesor Óscar Pérez dejando una huella de educador, siempre atento y servicial. En testimonio de agradecimiento le impuso  la presea con las violetas  como un gesto  del profundo agradecimiento a su vida dedicada a la obra educativa marista en Curicó.

En la oportunidad diversos estamentos colegiales como el Centro General de Padres, las Damas Maristas, Marcelino Ayuda, el Cuerpo de Profesores, Centro de Alumnos y Centro de Ex Alumnos destacaron su trabajo, su dedicación y la labor orientadora y de permanente apoyo a la misión colegial, la de sus estudiantes y de todos quienes le conocieron.

Escribir en pocas líneas una vida tan fructífera es tarea compleja; sin embargo, digamos que Óscar es oriundo de Concepción. Allí sus padres, Regina y Óscar, formaron la nueva familia Pérez –Molina. Nació un 25 de mayo de 1948; tiene dos hermanas, Natalia y Regina y dos hermanos, Carlos y Alejandro.

Luego, la familia se estableció en la ciudad de Talca donde cursó su 1° y 2° humanidades, en el colegio San Pelayo (actual Colegio Integrado) para luego continuar el 3° a 6° humanidades en el Liceo de Hombres Abate Molina. Aficionado a la música conoce a la que posteriormente sería su esposa, la profesora Silvia Oyarce.

Estudió Pedagogía en Biología y Ciencias en la Universidad de Chile, Talca. Una vez egresado comienza a trabajar en el Liceo de Niñas de Talca, en la Universidad Católica del Maule y en la Universidad de Chile, sedes de Talca.

En 1972 se casó con Silvia con quién ha formado su familia de la que han nacido tres hijos, Oscar, Pablo y Felipe, y a los que hoy día se suman tres hermosos nietos.

Luego de diversos avatares, en 1980 se integra al Liceo de Hombres Luis Cruz Martínez como profesor de Biología y además, al Instituto San Martín, lugar en el que antes había trabajado por un breve tiempo combinando sus actividades académicas universitarias.

Es en el Instituto San Martín donde desarrolla también una fructífera actividad no sólo impartiendo clases de Biología, sino también, en mérito a sus cualidades y extensa trayectoria como Profesor tutor, Director de Enseñanza Media Superior, Orientador e Inspector.

Resuena aún el eco de algunas palabras del Profesor Óscar Pérez quien dió gracias a todos por confiar en su quehacer. Recordó que "más de la mitad de mi vida la pasé  dedicada al colegio y aquí lo pasé bien, hubo momentos tristes; pero uno siempre sale adelante y ustedes que tienen muchos años por vivir aquí en el colegio -señaló a la audiencia - vívanlo con alegría, vívanlo con esperanza".

"Se va a despedir de ustedes, no el ex profesor porque voy a ser siempre un profesor marista, y marista de corazón", dijo emocionado.

Una historia de vida que bien se resume en estas líneas que alguien dedicó:



"Gracias por tu ejemplo que deja enseñanza
Gracias por tus consejos que dejan sabiduría
Gracias por tu sonrisa que impregna alegría
Gracias, porque quizás sin quererlo, sin
intensión cualquiera y sin motivo aparente
educas desde la vida..."





Texto: Profesor Francisco Contreras R.
Fotografía: Fernando González y Francisco Contreras.