La Generación 2015 de los cuartos medios humanista, matemático y biólogo egresó de las aulas del Instituto San Martín llevándose consigo un mensaje muy particular, el cual relata que un 23 de julio de 1816 doce jóvenes del Santuario Mayor de Lyon, incluyendo a cinco sacerdotes recién ordenados, firmaron la promesa de Fourvière. Entre ellos se encontraba Jean Claude Colin y Marcelino Champagnat.

Ese documento, fue llevado a los pies de la virgen en el santuario de la localidad de Fourvière (desde la antigüedad, Fourvière es un lugar muy alto que identifica la ciudad de Lyon y su riqueza espiritual y cultural) siendo el inicio de una historia de fe que ya casi cumple doscientos años y que, cual diáspora, se ha esparcido en 82 países de los cinco continentes.

Esta vez, han sido noventa y seis, ahora, exalumnos que han salido al mundo desde las aulas de su Instituto San Martín en una nueva diáspora, formando parte consustancial de la vida marista que habrán de ejercitar como ciudadanos en diferentes contextos: como estudiantes, hijos, profesionales, o más adelante, padres de familia.

Tres valores maristas perennes quedaron anidados en sus corazones: “humildad, sencillez y modestia”, que habrán de ser sustento a otros valores haciendo realidad, para sí mismos y la sociedad, la expresión “Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos.”

Texto: Profesor Francisco Contreras Robles
Fotografía de Fernando González.