Representantes de la comunidad marista del Instituto San Martín (ISM) se hicieron presente con cánticos y oraciones en el recorrido efectuado por diferentes arterias del añoso centro de Curicó el domingo 8 de octubre.
Bandas, música folclórica, oraciones y ruegos para pidieron y agradecieron a la “Patrona de Chile” por algún recóndito anhelo. Los maristas del instituto fueron liderados por su rector Jaime Inostroza, hermanos de la comunidad, pastoral colegial y diferentes estamentos de estudiantiles, profesores y familias se plegaron tal como centenares de ciudadanos que generación tras generación reviven esta procesión con la esperanza de construir una sociedad con personas más solidarias y fraternas al amparo de la madre de Jesús.
Tradición con historia
En los albores de la república y a muy pocos años de consolidada la Independencia de nuestro país, se celebraba en Santiago una procesión el tercer domingo de Octubre, recordando el episodio en que Bernardo O’Higgins puso la primera piedra para el levantamiento del templo en Maipú (1821) y que sólo se concretó hacia 1892. Como la procesión en la capital nacional era el tercer domingo de octubre se determinó que en Curicó sería el segundo domingo marcando una identidad propia y permitiendo a los peregrinos curicanos asistir nuevamente a la semana siguiente en Santiago.
Fue en 1899 cuando la Virgen por primera vez recorrió las calles de la Curicó en el anda que hoy en día conocemos. Al año siguiente, el mismo día de la Procesión, la calle Maipú, que daba frente al Santuario, cambió su nombre por “Calle del Carmen”, como agradecimiento de la ciudad a la Madre de Chile.