El acto se circunscribió como parte de la celebración de la Pascua del fundador de la congregación marista San Marcelino Champagnat que se celebra en igual fecha. De esta forma se resaltó el nombre de quien fuese un querido religioso marista cuyo paso en el Instituto San Martín dejó profunda huella y quien el pasado 1 de diciembre de 2016 partió al encuentro del Señor.

Se destacó el talante del Hno. Santiago, su figura silenciosa y paciente y que la sección de Enseñanza Media Inicial quiso regalar a la comunidad escolar al bautizar este gran patio con el nombre de tan insigne religioso.

Jaime Inostroza Marín, Rector del Instituto San Martín destacó en la ocasión lo valioso de rendir este homenaje al Hno. Santiago en un día como este y año del bicentenario marista: “Nos acompañó con tanta alegría entre nosotros recordando con tanto cariño a quienes fueron sus alumnos y sus familias al mismo tiempo que expresaba tanto cariño por esta tierra.” El rector Inostroza señaló “que hoy en homenaje a su entrañable persona se le otorga a esta sección su nombre”, determinación que contó con la debida autorización de la comunidad de hermanos en la persona del Hno. José Luis, Hno. Rafael y Hno. Ángel, según reveló la autoridad colegial.

Posteriormente, la directora de Enseñanza Media Inicial Srta. Irene Cerda González manifestó el gran honor para la sección al llevar el nombre del ilustre Hno. Santiago Rosa indicando que “era una persona amable a toda prueba; esperamos que quienes transiten por estos pasillos sientan también esa calidez y sencillez que él irradiaba”. Destacó la directora  que el hermano sentía una gran predilección por el saber, por aprender y ser un visionario deseando que esas características se impregnen en quienes en dicho lugar cohabitan diariamente. “Al hermano Santiago le gustaba el arte, la fotografía y el cuidado del jardín, por los que esperamos también nosotros que la belleza y la creación estén puestas al servicio de cada uno de notros”. Irene Cerda expresó al final de su discurso el sano orgullo de pertenecer a la sección de media inicial, ahora Hno. Santiago Rosa.

Por su parte, el Hno. José Luis Arranz, con carácter poético señaló en parte de su mensaje que “el Hno. Santiago era piel y huesos que en Curicó pasaba un frío tremendo y que cuando compartíamos con él también le mirábamos hacia arriba; él era grande y sin embargo sabía ponerse a la altura de los más pequeños, era sencillo trabajador; era el mástil de Curicó con dos banderas, como eran sus dos nacionalidades, aunque no tenía el corazón dividido.” Luego prosiguió: “Ahora le vamos a pedir que sea el pararrayos del colegio como cuando fue provincial en esos años difíciles del 73 en Chile cuando fue el pararrayos de la congregación marista y para muchos hermanos que estaban destinados a ser expulsados del país".

El Hno. José Luis Arranz prosiguió destacando el amor del Hno. Santiago por Jesús y María como así también el afecto por el Evangelio que le trajo a estas tierras: “amaba también el deporte y amaba doblemente “la roja”, su pasión en el deporte. Amaba a los niños y jóvenes a los que recordaba con nombres y apellidos junto a sus respectivas familias, “lo que le daba la razón de porqué había hecho lo hecho y respondía al por qué estaba acá” en Chile. En el cierre destacó el Hno. José Luis que “cada vez que miremos su nombre hacia arriba, también se nos eleve el corazón para seguirle pidiendo por nuestro querido Instituto San Martín, por las vocaciones y por vuestro futuro. Que el Hno. Santiago siempre esté con nosotros, no solamente en el colegio sino en nuestras mentes y el sentimiento de nuestro corazón”, expresó con emoción.

El Padre José Abarza presidió la oración y bendición del lugar para posteriormente descubrirse en el segundo piso, casi frente a la pérgola, la placa conmemorativa en homenaje al recordado Hno. Santiago Rosa.