Fue un 18 de agosto de 1952 cuando su vida se extinguió dejando un gran legado de obras en beneficio de sus “patroncitos”. Fundador del Hogar de Cristo es considerado el patrono de los trabajadores de nuestro país.

Alberto Hurtado Cruchaga nació en Viña del Mar en 1901 y su biografía nos remonta a sus años de estudios como alumno del colegio San Ignacio (1908) bajo la tutela de la Compañía de Jesús. Posteriormente (1918) ingresa a la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica recibiéndose de abogado en 1923. Sin embargo, su derrotero le lleva por un camino distinto: hacer realidad su vocación religiosa.

Ingresa a la Compañía de Jesús en agosto del año 1923 siendo ordenado sacerdote en Lovaina (Bélgica) en agosto de 1933. Este sería el paso fundamental para desarrollar una gran obra de servicio por los desamparados promoviendo un fuerte mensaje de justicia social en la sociedad chilena de su época y que no ha perdido vigor hasta nuestros días.

Un cáncer de páncreas le arrebata la vida un 18 de agosto de 1952 cuando tenía 51 años de edad. Su muerte no significó el fin de sus enseñanzas y mensajes: el Hogar de Cristo se volvió la mayor institución de beneficencia de Chile y un ícono para los jóvenes, pobres, ancianos y obreros.

Fue declarado santo de la Iglesia católica por el Papa Benedicto XVI en la plaza de San Pedro el 23 de octubre de 2005.

A nivel gubernamental se declaró el 18 de agosto como el «Día de la solidaridad» y, desde su beatificación en 1994, el calendario litúrgico y el santoral católico recuerdan su memoria ese mismo día, aniversario de su muerte.

La “Solidaridad” fue el tema central  que acompañó el inicio de las actividades escolares matinales con la reflexión y conversación, invitación que motivó la coordinación de Evangelización Explícita del ISM.

El viernes 18 de agosto fue muy particular: un encuentro con el valor de la “Solidaridad” que debe primar en hechos concretos no sólo durante este mes o un día sino que todos los días del año.