Inspirado en la obra homónima de la destacada dramaturga y directora nacional Manuela Infante y patrocinado por el Centro Cultural Marista con entrada liberada para toda la comunidad de Curicó. El montaje, dirigido por Rodrigo Moraga Bravo, será protagonizado por Juan Carlos Ceresuela, Lía Quiñones, Joaquín Fuenzalida, Julieta Aguilera, Matías Fuentes, Antonella Santana, Lucas Vergara y Catalina Muñoz, todos ellos alumnos de enseñanza media del establecimiento marista, y abordará temas contingentes de la adolescencia actual desde una comedia negra que busca sobre todo hacer un teatro reflexivo y educativo, con énfasis en la forma en que enfrenta el mundo la sociedad actual.

ADOLESCENCIA, TECNOLOGÍA Y RIESGO… LOS PROTAGONISTAS Y SU VERDAD.

Para el estudiante y actor protagonista que encarnará el rol de “Clemente”, Juan Carlos Ceresuela (16), la realidad es clara: “hoy en día la adolescencia es mirada como una etapa de turbulencia emocional y conductual de confrontación, oposicionismo y transgresión”. Su antagonista en escena, Lía Quiñones (16), afirma que “los adultos, docentes y padres se ubican en una postura defensiva de control e imposición”.

Amanda Céspedes, destacada psiquiatra chilena desde las neurociencias, confirrma que dichas actitudes impiden aquilatar el enorme potencial de estos jóvenes y refuerza en ellos su rebeldía frente a una autoridad que perdió vigencia definitivamente.

Para la actriz Julieta Aguilera (15) “el mundo actual es hijo de las tecnologías, donde el hiperconsumo ha llevado a diseñar herramientas digitales que nos confieren la autosuficiencia para creer que podemos controlar el mundo con sólo apretar un botón o deslizar el dedo”. Dichas habilidades ya no hacen necesario siquiera salir para conocer gente; las redes sociales lo propician desde su virtualidad.

Por su parte, el actor Joaquín Fuenzalida (17), agrega que “los adolescentes NO necesitamos nada más que una señal de internet y las puertas se abren de par en par, conduciendo a una introversión muchísimas veces peligrosa, a una soledad que oculta verdades, o a lo que el filósofo Gilles Lipovetsky llama “la era del vacío”. Un lugar donde los grandes sistemas de sentido históricos: capitalismo, cristianismo, marxismo, entre muchos otros, parecen ya obsoletos y carentes de valor”.

REVIVIENDO EL MITO DE NARCISO.

En el año 2005, la destacada dramaturga nacional Manuela Infante se inspira en “La era del vacío” y monta lo que será un hito en la escena teatral chilena: la obra “Narciso”. En la mitología griega, Narciso es un adolescente hermoso que permanece indiferente a todas las muestras de amor que le dan hombres y mujeres. Un día, al tomar agua de una fuente, se encuentra con su propio reflejo. La imagen de ese adolescente que lo mira desde el otro lado del agua, lo fascina. Intenta tocarlo, pero la imagen se desvanece. Narciso se queda contemplando su propio reflejo mientras se consume, para finalmente morir.

UN TEATRO QUE APORTE DESDE LA REFLEXIÓN.

El montaje “Narciso y la era de vacío” llevado a escena este 2018 por la Compañía de Teatro Instituto San Martín se plantea como una relectura del mito de Infante (2005) pero adaptado para ser representado no por actores profesionales sino por los propios protagonistas de su historia: jóvenes adolescentes alumnos de enseñanza media.

En palabras de su director Rodrigo Moraga “Abordamos el tema del sujeto posmoderno: un ser que sólo se tiene a sí mismo como referente, un ser que se ha marginado de un proyecto histórico. Como un Narciso que se contempla en el agua, el adolescente de hoy vive sobre la representación de sí mismo desde una pantalla táctil, mide su relación con el mundo a través de la autogeneración de contenido para obtener interacciones, despliega nuevas actitudes: apatía, indiferencia, deserción… A partir del encierro de un joven en su pieza producto de una discusión con sus padres, se desarrollará un singular juego de liberación, metáfora de la rebelión de los adolescentes frente al sistema, grito ahogado en un mundo carente para ellos de sentido y de referentes tanto políticos como sociales, enfrentándonos a una cruda realidad: ser capaces de dialogar, pero no con un “otro”, sino con la propia imagen de nosotros mismos.

¿Qué hacemos con nuestro Narciso hoy? ¿Cómo cambiamos su inevitable destino mitológico, cuando los grandes sistemas de sentido, colapsan ante sus ojos día a día? La respuesta, creemos, pasa ante todo por encontrarse con nuestros propios reflejos, para desde aquella imagen reflexionar como sociedad”.

FICHA TÉCNICA:

ELENCO: Juan Carlos Ceresuela, Lía Quiñones, Joaquín Fuenzalida, Julieta Aguilera, Matías Fuentes, Antonella Santana, Lucas Vergara y Catalina Muñoz. SONIDO: Marcos Santelices. ILUMINACIÓN: Ricardo Chamorro. UTILERIA Y TRAMOYA: Paz Farías. ASIST. DIRECCIÓN: Juan Pablo González. DIRECCIÓN: Rodrigo Moraga Bravo