La actividad organizada por la coordinación de Evangelización Explícita del instituto, destacó las cualidades personales de cada uno de los Hermanos Fernando de la Fuente, Servando Mayor, Miguel Ángel Isla y Julio Rodríguez asesinados el 31 de octubre de 1996 en el campo de refugiados de Nyamirangwe (Zaire) quienes optaron por no abandonar a los niños y adultos que estaban a su cuidado en un país azotado por cruentas guerras tribales.

El hecho fue destacado por el rector del instituto, Sr. Jaime Inostroza Marín quien tuvo especiales palabras dedicadas al Hermano Fernando de la Fuente, con quien trabajó y cuyo último destino antes de partir al África fue el rectorado del Instituto San Fernando de la vecina ciudad de San Fernando.

Jaime Inostroza destacó el servicio entregado por los cuatro Hermanos “que partieron a servir dando respuesta al llamado del Superior General de la época a servir en un lugar con tanta necesidad y que enfrentaba una guerra descarnada entre dos tribus, los hutus y tustsis”.

“Tuve el honor de trabajar con el Hermano Fernando de la Fuente quien estuvo en distintos colegios de nuestro país. Profesor de Lenguaje, evangelizador desde la clase de religión y desde su testimonio de Hermano Marista, cultivando la literatura, creador de hermosos poemas, de obras de pintura y también de cultivar la música, el deporte y acompañar a las comunidades donde le correspondió estar en Chile”, señaló.

Este día es un día muy especial para recordarle a él y los otros tres Hermanos que dieron testimonio de entrega total hasta el final: “sabiendo que podían ser asesinados se quedaron para ayudar a la gente refugiada cuando ya todas las organizaciones humanitarias habían abandonado el lugar”, dijo la autoridad colegial que a la vez leyó un fragmento de un libro que recogió el testimonio de vida del Hermano Fernando de la Fuente.

RECONOCIMIENTOS.

El rector Jaime Inostroza felicitó también el testimonio que entregan los estudiantes de los cuartos medios que terminan el año escolar; a los terceros medios que retornaron luego de su permanencia de una semana en la zona rural y a los estudiantes junto a sus profesores que han contribuido en diversas justas deportivas, académicas, encuentros artísticos, pastoral y sus movimientos, olimpiadas de ciencias, encuentros de historia, ciencia y literatura, entre otros, que son un botón de muestra del quehacer educativo y formativo integral del colegio, hecho que fue acompañado con los aplausos de toda la comunidad marista reunida en el patio de enseñanza media inicial.