Podríamos decir, sin temor a equivocarnos que este tipo de encuentros no se reduce a un juego de roles o a un simple simulacro democrático, sino que, muy por el contrario, es la convicción presente en muchos de los actores que dinamizan la tarea educativa de la congregación marista -y también fuera de esta- que es urgente mayor compromiso y participación activa de ellos en una sociedad que está en permanente construcción día a día.

En dicho escenario los jóvenes, por supuesto, tienen un espacio importante para actuar como personas responsables empleando herramientas para construir espacios de diálogo conquistando espacios de opinión y deliberación para soñar un mundo más justo, equitativo y solidario.

Tal podría ser una somera síntesis de lo vivido por centenares de estudiantes líderes de los colegios de la red marista que se reunieron en el Instituto San Martín: cada uno de ellos cumple un rol específico al formar parte de los respectivos centros de estudiantes de sus colegios. Fueron tres intensos días de Agosto para confraternizar, concordar y también debatir puntos de vista que surgen al alero de sus propias necesidades como miembros activos de sus comunidades escolares y entorno social que cohabitan.

Precisamente, el ejercicio democrático de la ciudadanía de estos noveles líderes –una nueva cultura juvenil- se abre como posibilidad para el debate pedagógico, además aporta pistas importantes para dotar de sentido a la construcción del plan estratégico de la congregación y de cada uno de sus colegios en los nuevos desafíos que ya nos presenta este siglo XXI.

Las nuevas generaciones conquistan gradualmente espacios cada vez más efectivos en el devenir pleno de sus vidas junto a su desarrollo como estudiantes: dotarles de herramientas les ayudarán a intervenir positivamente como ciudadanos en un medio social que requiere con urgencia del fresco y renovador aire que sabrán aportar haciendo realidad el legado de Champagnat: “Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”.

La constitución durante el ESCAM 2018 de un nuevo Consejo Juvenil Sectorial, ya es un paso sustantivo en esa dirección, huella que se fortaleció en el Instituto San Martín de Curicó.