Como una manera de tener un contacto más estrecho y a la vez reseñar una breve presentación personal, la autoridad colegial dirigió la primera parte de las reuniones en un encuentro con los responsables de la educación de sus hijos e hijas.

Con tono afable y muy cercano, el rector Andrés Prado Soto esbozó según el ciclo al cual se dirigía los lineamientos y acciones que como colegio se proyectan para este año escolar que ya inició su marcha. De esa manera, los padres y apoderados pudieron conocer de primera fuente algunas novedades administrativas, de orden académico y de funcionalidades del colegio fundamentadas en razones de orden pedagógico y otras que buscan cautelar la seguridad de los niños y jóvenes que en el instituto se atienden diariamente.

Se ha de resaltar que estas primeras reuniones han permitido dar una estructura organizativa a cada centro de padres desde pre kínder a cuarto medio; así los primeros responsables de la educación de sus hijos e hijas pueden cooperar con la tarea educativa que impulsa el colegio marista.

La importancia que tiene la familia en el éxito académico de un estudiante ha sido comprobada por diversos estudios y se convierte hoy en un hecho irrefutable. Sabido es que la participación que tienen los padres en la escuela adquiere un papel fundamental para potenciar las capacidades de los niños y jóvenes e incidir en su éxito académico.

El compromiso de los padres mejora las dinámicas dentro del aula, ya que incrementa las expectativas de los profesores, mejora la relación profesor-alumno y contribuye a una mayor competencia cultural de los estudiantes. A mayor abundamiento, podemos señalar que el involucramiento de la familia en la escuela está asociado a una mejor relación del estudiante con sus profesores influyendo en un mejor sentido de competencia del alumno en las asignaturas que trabaja y en el desarrollo de una mejor actitud hacia la propia escuela.