La iniciativa cobra relevancia en el actual contexto de enclaustramiento domiciliario al que obliga la cuarentena por pandemia del Covid-19. El abuso sexual es uno más de los efectos colaterales que experimentan los niños, niñas y adolescentes durante el prolongado confinamiento.

CRUDA REALIDAD.

Recientemente el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dio a conocer que cerca de 300 millones de niños de 2 a 4 años en todo el mundo (es decir, 3 de cada 4) son habitualmente víctimas de algún tipo de disciplina violenta por parte de un adulto o cuidador. El reporte del organismo internacional manifestó que la violencia ejercida contra niños ha sido justificada por 1 de cada 4 adultos que tienen niños a su cuidado. Estos afirman que el castigo físico es necesario para educarlos adecuadamente.

Asimismo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó que el confinamiento a nivel mundial ha aumentado la exposición de menores de edad a hechos de violencia y abuso sexual, así como a venta, tráfico y explotación sexual. De hecho, se estima que alrededor de 15 millones de adolescentes en todo el mundo han sido víctima de relaciones sexuales forzadas.

TRABAJO CONJUNTO.

El equipo local de protección de los derechos de los niños y niñas y adolescentes y la OPD de Curicó han trabajado en conjunto este candente tema de manera de aportar información relevante dirigida a los padres, apoderados, estudiantes y educadores Maristas.

Su finalidad es proteger y promover los derechos de los niños, niñas y adolescentes principalmente de aquellos que se encuentran socialmente excluidos o cuyos derechos han sido vulnerados.

La instancia de protección curicana desarrolló un conjunto de breves cartillas informativas y orientadoras dirigidas a los padres. Se trata de una guía concreta para motivar el diálogo entre padres e hijos y educarles sanamente. Cada cartilla refiere a los siguientes temas:

Mi cuerpo es solo mío.
La importancia de poner límites personales y regular la aproximación de otras personas, hacia el cuerpo.
Enséñele a su hijo o hija que nadie puede ni debe tocar su cuerpo de manera inapropiada y que inclusive le haga sentir mal o incomodar.

Partes privadas.
Enseñe a sus hijos e hijas a reconocer su cuerpo y las partes privadas de este, como pertenencia privada y personal. Por esta razón siempre hay que cuidarlas y respetarlas y no permitir que nadie toque sus zonas íntimas.

Secretos malos.
Evite con sus hijos e hijas aquellas dinámicas o juegos que contengan secretos. esta es una de las prácticas habituales de los abusadores y de esa forma se aseguran que sus víctimas mantengan silencio respecto del abuso. A los niños les cuesta diferenciar entre un secreto bueno o malo. Por tal motivo, enséñele que esos secretos que le hacen sentir mal o incómodo, no son secretos buenos.

Educación sexual.
Aporte con conocimientos básicos de abuso sexual y de sexualidad a sus hijos e hijas.
Enséñeles a protegerse y cuidarse a sí mismos y a transmitir inmediatamente cualquier situación incómoda a la que se puedan haber visto enfrentados.
Comparta con sus hijos e hijas la importancia de la autoprotección.

Comunicación asertiva.
Al mantener una comunicación frecuente y abierta con su hijo e hija estará reduciendo la vulnerabilidad a la que puede verse sometido. Generará mayores lazos de confianza en caso de enfrentarse a una situación de abuso sexual por parte de un (una) adulto facilitado que el niño o la niña comparta lo antes posible esta anormal situación.

Diga “NO”.
Enseñe a sus hijos a que nadie puede tocar su cuerpo de manera de hacerle sentir incomodidad.
Y si alguien quiere tocar o ha tocado sus partes privadas, eduque y enséñele que siempre puede decir: ¡NO QUIERO QUE ME TOQUES!

Recuerde que cualquier denuncia de abuso sexual se puede realizar al correo de la OPD de nuestra ciudad: opd@curico.cl o llamando al teléfono celular: +56 975 881 950