Con alegría saludo a
ustedes, amigos lectores, y les deseo junto con sus familiares:
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN. Alégrense porque el Señor ha
resucitado. Sí, ha resucitado verdaderamente.<b> CRISTO HA
RESUCITADO. ¡ALELUYA!.</b>
Aleluya a todos los que dormíamos la sombra del pecado opresor. Y a
todos los oprimidos por su causa. Aleluya al mundo que despierta a
la luz de la libertad y de la justicia.
Cristo ha vencido a la muerte y resucita a la vida. ¡Aleluya!
Aleluya a las víctimas de este mundo mortífero empeñado en sembrar
destrucción: en guerras declaradas, en masacres vergonzosas, en
violencias desalmadas o en tratados que empujan a la miseria y al
hambre de muerte a sectores cada vez mayores.
Estimados lectores: gritar aleluya y cantos de victoria a la
resurrección del Señor es gritarlos a nuestra propia resurrección,
porque los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos
incorporados a su muerte y a su resurrección, nos dice San Pablo.
Pero también es gritar nuestro compromiso con la vida, con la
resurrección. Creer en Cristo resucitado es creer en la vida, en
toda vida nueva y distinta a la muerte, en toda mejora humana y
social, en toda mejor condición de vida para nuestros hermanos los
hombres.
Hoy brota la vida nueva del viejo tronco de la
humanidad. Por eso es Pascua de Resurrección, el paso permanente
e imbatible de la brisa del Espíritu por el mundo. Hoy
celebramos la victoria de la vida y la victoria de la muerte
ofrecida en libertad por la liberación de los hombres. Hoy se
nos dice que la vida tiene sentido, porque la muerte tiene
sentido. No en balde muere el inocente bajo el yugo de la
opresión. Su sangre riega la tierra y otros recogen los frutos.
Hoy es Pascua: El Espíritu se apodera de la carne débil y la
arrastra hacia empresas increíbles.
Es Pascua: El Espíritu hace revivir a la
comunidad y le da las fuerzas que la muerte le había arrebatado.
Es Pascua y es primavera. Sopla un aire nuevo. Cristo ha
resucitado y el hombre despierta a la luz.
Proclamemos con toda la fuerza de nuestro ser: CRISTO HA
RESUCITADO. ¡ALELUYA!