Reunidos en el patio
central del I.S.M. celebramos la Pascua de Resurrección el lunes 5
de Abril.
La liturgia pascual es el momento culmine de la celebración
de la Semana Santa y que conmemora lo que ocurrirá después de la
muerte: un tránsito que extiende la existencia humana y material con
Dios. La Pascua de Resurrección nos recuerda el misterio glorioso de
la resurrección de Jesucristo. El mensaje del capellán
Padre Francisco Cartes recordó a los presentes
este relevante momento de la Iglesia católica. Sus palabras de
hondo contenido recordaron el significado de la palabra
resurrección: un volver a levantarse venciendo a la muerte.
Como católicos que somos, la Pascua es la celebración litúrgica
más importante del año. Es un día en que reafirmamos nuestra fe
en la Resurrección de Cristo entre los muertos, señaló.
Un acto simbólico fue recibir, en manos de cada representante de la
pastoral de los alumnos, la vela que encendida representa la luz de
Cristo dispuesta a iluminar y acompañar la oración matinal y la
vida de cada curso durante este año 2010.
Una celebración que para muchos se entrecruza con los huevos del
conejo pascual. Dice la tradición que los huevos representan el
misterio, la magia, la fertilidad, la plenitud de la vida. Es el
símbolo universal en las celebraciones de Semana Santa a lo largo
del mundo y han sido teñidos, pintados, adornados y embellecidos.
Antes de que los huevos llegaran a entrelazarse cercanamente con la
Semana Santa de los Cristianos, fue parte de muchos ritos de
festivales primaverales. Los romanos, galos, chinos y egipcios
adoraban a los huevos como un símbolo universal. La decoración y el
pintado de los huevos para Semana Santa era una costumbre en Europa
durante la edad media.