La cita, organizada por el Centro de Exalumnos que preside Rodrigo Alarcón permitió compartir la experiencia de haber sido alumnos de este tradicional centro de estudios enclavado en el centro de la ciudad por casi 100 años.

Al mismo tiempo, una valiosa oportunidad para estrechar vínculos y, con nueva savia que imprime su directiva proyectarse como una organización joven y dinámica que también tiene mucho que aportar hacia sus miembros y, fundamentalmente, hacia la comunidad curicana.

Cada persona que llegó, recorrió pasillos y reconoció los espacios y salas que alguna vez le albergó. Recuerdos acerca de la férrea disciplina y el trabajo métódico que imprimen con sello marista el quehacer de todo estudiante en estas aulas no pasaron desapercibidos.

Recuerdos que llevan a comprender que este no sólo fue un lugar donde se recibieron enseñanzas y más de un llamado de atención; si no que también el consejo y guía de parte de sus maestros para hacer de cada persona "buenos cristianos y virtuosos ciudadanos", según señala la filosofía marista.

Acompaña el trabajo de este activo referente marista curicano, el Hermano Ángel Gutiérrez Gonzalo quien por varios años ha tenido la grata misión de caminar junto al equipo de gestión de esta organización en nuestra ciudad.

Esa mañana, ex alumnos de diferentes generaciones se entremezclaron en los saludos cordiales; luego en la liturgia del mediodía para más tarde compartir un muy conversado almuerzo.

Tiempo atrás, llegaron con ansiedades, sueños y anhelos cargando un bolsón con libros y cuadernos. Mucho de lo que hoy son en sus vidas son el producto de un legado que en la distancia del tiempo se aprende a valorar:

"Haber sido un(a) estudiante del ISM. "

Y ese sello marista permanece… se manifiesta y se reconoce donde se encuentren.




Fotografía: Francisco Contreras Robles
Twitter: teachercon3ras