Noticias
ALBERTO HURTADO: Hitos de una vida Solidaria.
Por
Francisco Contreras R.
Publicado:
13 Agosto 2012
Leido 3065 veces
Ícono de la solidaridad en nuestro país es el Padre Alberto Hurtado Cruchaga. En estos días en que recordamos su legado es bueno detenernos en algunos hitos de su vida.
Nació en los inicios del siglo XX (1901) en la ciudad de Viña del Mar en el seno de una acomodada familia de origen español. Cuando contaba con cuatro años de edad y ante la muerte de su padre, su familia se traslada a la ciudad de Santiago. Ingresa, gracias a una beca, al colegio San Ignacio (Alonso Ovalle) perteneciente a la congregación jsesuíta.

Allí da sus primeros pasos para ayudar a los pobres –junto a su madre- al trabajar en el anexo del Patronato San Antonio. Hombre de gran iniciativa, en marzo de 1918 comienza sus estudios de Derecho en la Universidad Católica de Chile. Alberto se involucra intensamente en la vida universitaria, participando en el Centro de Alumnos de Derecho.

Por esos años ya manifiesta una gran preocupación por los más pobres, tanto por el apostolado que realiza con los franciscanos, en el Patronato de Andacollo, como por la actividad política que desarrolla con gran preocupación social paralelamente.

Organiza junto con algunos estudiantes de Derecho, un consultorio jurídico para obreros. Durante la crisis laboral del salitre, organiza a sus compañeros de curso para servir a los obreros que iban a Santiago y que estaban instalados en albergues muy precarios. Las cartas a su amigo Manuel Larraín, futuro obispo de Talca, son testigo de una profunda búsqueda de la voluntad de Dios. Ambos jóvenes enfrentan la misma aventura con gran seriedad, preguntándose: ¿qué quiere Dios de mí?

Alberto tiene claro que Dios le asigna un puesto a cada hombre, y que, en aquel puesto, Dios le dará las gracias abundantes; por ello le escribe al Señor: “Yo te hago la entrega de todo lo que soy y poseo, yo deseo dártelo todo, servirte donde no haya restricción alguna en mi don total”.

El 24 de agosto de 1933, es ordenado sacerdote.
En su primera misa lo acompaña su inseparable amigo y futuro provincial, el Padre Álvaro Lavín.
Durante estos años, presta un gran servicio en favor de la Fundación de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile. En 1934 aprueba el examen de grado de Teología.

En 1935 obtiene el título de doctor en Ciencias Pedagógicas, regresa a Chile el 22 de enero de 1936.
En Febrero de 1936, cuando llegó a Santiago, comenzó su apostolado con los jóvenes fue profesor en el Colegio San Ignacio, Universidad Católica.

Es nombrado asesor de la Acción Católica en 1941. Esto le permite hacer un recorrido por el país invitando a los jóvenes a conocer a Cristo. El mismo año publica un libro que marcó una época: ¿Es Chile un país católico? Que con gran agudeza, optimismo y valentía abre los ojos de muchos católicos acerca de la verdadera situación del catolicismo en Chile, señalando como el más grave de los problemas, la escasez de vocaciones sacerdotales.

Dando un retiro para señoras, en la Casa del Apostolado Popular, les habla, sobre la miseria que hay en Santiago y la necesidad de la caridad. La pasión y emoción con la que el Padre Hurtado habló esa noche, nació la idea de fundar el Hogar de Cristo. A la salida del retiro, recibió las primeras donaciones, un terreno, varios cheques y joyas de parte de las señoras presentes.

En mayo de 1945, el Arzobispo de Santiago, Mons. José María Caro bendice la primera sede del Hogar de Cristo. Y al año siguiente se inaugura la Hospedería de la calle Chorrillos.

El Padre Hurtado en las noches sale en su camioneta verde en busca de niños y jóvenes que están en las calles y debajo de los puentes y los lleva al Hogar de Cristo.

Impulsado por su interés por el apostolado intelectual, funda la Revista Mensaje.
Fundar una revista formaba parte del proyecto de trabajo social que propuso en 1947 al P. Janssens, Superior General de los Jesuitas. El Padre Hurtado deseaba la publicación de “una revista de vuelo” con la finalidad de dar formación religiosa, social y filosófica. Lo que él quería era: “Orientar, y ser el testimonio de la presencia de la Iglesia en el mundo contemporáneo”.
En octubre de 1951 apareció el primer número de Mensaje. En su editorial, explica que el nombre alude “al Mensaje que el Hijo de Dios trajo del cielo a la tierra y cuyas resonancias nuestra revista desea prolongar y aplicar a nuestra patria chilena y a nuestros atormentados tiempos”.

El Padre Hurtado sufre un infarto pulmonar en 1952. En el Hospital Clínico de la Universidad Católica le diagnostican un cáncer al páncreas, recibe la visita de sus amigos y personas de todos los medios sociales.

“¡Cómo no voy a estar contento! ¡Cómo no estar agradecido con Dios! En lugar de una muerte violenta me manda una larga enfermedad para que pueda prepararme; no me da dolores; me da el gusto de ver a tantos amigos, de verlos a todos. Verdaderamente, Dios ha sido para mí un Padre cariñoso, el mejor de los padres”.
El 18 de agosto de 1952, el Padre Hurtado muere santamente, rodeado de sus hermanos de comunidad.: “A medida que aparezcan las necesidades y dolores de los pobres, busquen cómo ayudarlos como se ayudaría al Maestro. Al desearles a todos y a cada uno en particular este saludo, les confío en nombre de Dios, a los pobrecitos”.

El 20 de agosto, a las 8:30 hrs., se celebra la misa de funerales. El Cardenal Caro reza el responso, y la homilía está a cargo de su amigo, Mons. Manuel Larraín, el obispo de Talca. A las 10:30 hrs., sale el cortejo hacia la Parroquia de Jesús Obrero.




























(Adaptado de:  http://padrehurtado.hogardecristo.cl/) y fuentes varias.

Noticias Relacionadas
Estudiantes reflexionaron sobre el Autismo
Publicado: 11 Abril 2024 / 776 Lecturas
Joven promesa del movimiento a la rienda
Publicado: 27 Marzo 2024 / 1464 Lecturas
Cristóbal Vergara destaca en Karate en Talcahuano
Publicado: 31 Octubre 2023 / 1218 Lecturas
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
Ámbito de Diseño, Informática y Comunicaciones