En la actualidad, este comité es presidido por la Sra. Marcia Berríos haciendo realidad el sentido de evangelización cristiana a través del servicio cálidamente dedicado en primera instancia a los niños y jóvenes que por generaciones han sido atendido por las manos generosas de centenares de voluntarias que año tras año se organizan para estar siempre presentes.

Las tareas que deben cumplir son múltiples, muchas veces renunciando a las propias del hogar o fuente laboral para disponer de tiempos dedicados al trabajo constante y silencioso que acompaña numerosas actividades que promueve el instituto.

Partieron en 1963 con un pequeño puñado de voluntarias, en la actualidad suman una treintena con diversos grados de participación.

Sorprendimos en una pausa de sus quehaceres matinales a tres de ellas en el quiosco de ventas ubicado entre los patios de enseñanza media superior y media inicial. 

La Sra. Alejandra Mellado nos acota que “siempre hacemos muchas cosas aquí como la reciente atención en el Encuentro Nacional de Centros de Padres”, evento en el que organizadamente se distribuyeron en el servicio de desayunos, almuerzos y onces. A reglón seguido, Guillermina Brunetti agrega que “también participamos en las olimpiadas maristas”.

“A mí siempre me gustó participar en la comunidad educativa como lo hacía en mi país de origen, Argentina. Cuando la Sra. Marcia me contó del trabajo me pareció que era muy interesante y estoy en mi tercer año aquí”. La Sra. Guillermina, con su característico acento nos sigue contando: “el hecho de ingresar a las Damas Maristas facilitó incorporarme de mejor manera en la sociedad y cultura chilena y conocer el sistema del colegio”.

La Sra. Alejandra Mellado nos dice que en su caso “está aportando con su trabajo porque siempre me ha gustado colaborar y ahora puedo contar con el tiempo para hacerlo tranquila para donarlo en beneficio de una muy buena causa.

Por su parte, la Sra. Macarena Cortés nos cuenta que tiene a sus pequeños hijos en la enseñanza básica. Comparte que la propuesta es muy positiva “porque aquí se hace una bonita labor; además mis niños están contentos, “cada vez comentan que están felices porque su mamá está en las Damas Maristas del colegio: ¡Mi mamá es Dama Marista!, vamos a verla y a conversar con ella!”, recuerda emocionada al recordar lo que dicen sus hijos. Sin dudas, la permanencia en el colegio estrecha aún más los lazos con los propios hijos e hijas.

Reconocen nuestras entrevistadas que en los tiempos que corren es cada vez menor la disposición por aportar y apoyar con un compromiso de trabajo debido a diversas circunstancias. “Podríamos decir inclusive que este es el turno más joven en estos momentos, pero hay Damas que ya han cumplido treinta años aquí, sus hijos terminaron sus estudios y hoy son sus nietos los que asisten al colegio”, nos refiere la Sra. Alejandra Mellado.

Comparten además que cada turno cuenta con una Jefe que informa las necesidades a la presidenta de la organización para hacer más expedita la gestión. Suman reuniones y una muy sana camaradería en su interior. También, se han ajustado a las exigencias ministeriales de salud e higiene como así también a las que obligan a expender alimentos saludables y sin sellos negros motivando a la creatividad para expender nuevos y tradicionales productos que sean un aporte para la salud de los niños y jóvenes.

Celebraron de manera muy formal junto al rector Jaime Inostroza Marín y miembros del Centro General de Padres y Apoderados y nos confiesan que tendrán otra celebración de camaradería con el tradicional paseo que realizarán próximamente a la vecina zona costera de Iloca.