Desde el miércoles 8 de noviembre hasta el martes 6 de diciembre, día a día, la comunidad marista se reunió para orar a la madre de Jesús y elevar súplicas y plegarias de agradecimiento.
Cada mañana, diferentes actores se dieron cita para entregar mensajes resaltando las virtudes de nuestra buena madre.
Cada jornada, estudiantes de diversos niveles, sus profesoras, los auxiliares, los administrativos, las damas maristas, la pastoral de los padres y apoderados se alternaron en un largo y cotidiano peregrinar frente a un altar donde María –con sus brazos extendidos- acoge a cada persona.
María representa a la mujer humilde, atenta y servicial; en actitud de escucha o simplemente acunando a su hijo en su regazo. Para los maristas es figura central: recordemos que Marcelino Champagnat se declaró en sus años como seminarista como "esclavo de María" expresando el sentimiento de ser fiel a Dios.
La oración matinal nos acercó a la comunidad de fe que representa María y la comunidad de los "hermanitos de María" en Curicó:
ser hermano entre hermanos promoviendo la fraternidad en un mundo diverso donde, a los ojos de María, caben rostros, razas y lenguas. Puente fraterno hacia Jesús y su padre, Dios.
…María mírame
si tú me miras
Él también me mirará
madre mía mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él
que ahí me quiero quedar…
Fotografía: Francisco Contreras
Twitter: teachercon3ras