Puntualmente a las 8:30 a.m. la imagen fue traída por “anderos” pertenecientes a los cuartos medios del instituto marista en un recorrido que se inició en la Iglesia El Carmen y continuó en breve trecho por avenida San Martín, enfilando hacia el norte por calle Carmen para ingresar al hall de acceso del patio de Enseñanza Básica del colegio. En el portal del instituto  le esperaban decenas de niños pertenecientes al kindergarden "Hno. Miguel de Cos" que con cantos, oraciones, globos y flores saludaban la tradicional  imagen. Se encaminaron entonces en un largo pasillo escoltado por estudiantes, profesoras y profesores de enseñanza básica junto a los auxiliares.

La procesión continuó su camino hacia la pérgola del patio de enseñanza media inicial donde los representantes de la pastoral de los cursos elevaron plegarias y cánticos en su honor. Luego, los peregrinos se dirigieron a la capilla colegial depositando ofrendas florales a los pies de la Virgen del Carmen; el próximo lunes 3 de octubre será trasladada hasta el colegio Vichuquén para continuar con este recorrido por diferentes centros educativos de la ciudad. Todo este peregrinaje fue atentamente seguido  por el rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza, educadores y apoderados. Los cursos y estamentos siguieron durante la jornada asistiendo a la capilla para acompañar y orar frente a esta tradicional imagen de la feligresía curicana.

Al respecto, la coordinadora de Evangelización Explícita del ISM, Rossana Avendaño indicó en la invitación extendida a la comunidad colegial que se trata de una “instancia para aprovechar de unirnos en oración, y ofrecer a nuestra madre nuestra preocupaciones en especialmente por nuestros enfermos, por el Hermano Santiago Rosa, apoderados, alumnos y miembros de la comunidad que necesitan nuestra compañía, a través de la oración.”

La advocación mariana de la Virgen del Carmen es una tradición de origen hispano traída a América por la orden de los Agustinos en las postrimerías del siglo XVI y, particularmente, la histórica imagen, hoy en peregrinación, fue traída a Curicó por los religiosos de la orden claretiana (1880) y fue confeccionada por artesanos de la zona.