Uno de esos icónicos instantes fue el de la Misa de Envío con el que se despidió a la Generación 2018. Un total de noventa y un estudiantes que se reunieron en torno a la oración y rogativas a la “Buena Madre”, en un mes que justamente la tiene a ella como centro de la contemplación devota de la feligresía católica.

Presidió la liturgia el Pbro. Hernán Patricio Espinoza Núñez. Allí estuvieron también el rector del colegio, Sr. Jaime Inostroza Marín junto los miembros de su Consejo Directivo, los hermanos de la comunidad marista de Curicó, José Luis Arranz, Rafael Amo y Ángel Gutiérrez. Marcela Hormazábal Cruz, Secretaria Ejecutiva de Misión, tutores, profesores y familia cerraron el marco solemne del encuentro con la palabra sagrada.

Pasajes distintivos marcaron este encuentro religioso. Por una parte, la entrega de simples y sencillos recuerdos con la imagen de Madre de Jesús, en otros el reconocimiento a los apoderados que dejan el colegio, o el momento de la imposición de las manos como signo litúrgico en una constatación de hacer realidad en todo creyente aquello que se ruega o anhela.

Liturgia especial que congregó a estudiantes, familias y comunidad presente entorno a la imagen central del Padre Champagnat, testimonio del cumplimiento de envío a la sociedad de una nueva generación de jóvenes para hacer realidad la filosofía formativa marista:

“Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”.