Instancia denominada acampada en donde, junto con todas las cordadas de los colegios maristas, se trabajó uno de los pilares fundamentales del movimiento, el Servicio, que, junto a la vida comunitaria, cristiana y crecimiento personal, aportan al peregrino herramienta para contribuir en su proyecto de vida.

Con diversas actividades de reflexión, de compartir y dialogar los peregrinos fueron capaces visualizar e identificar aquellas barreras y fortalezas que los van acompañando en su etapa de crecimiento personal y como cordada, siendo también el momento para evaluar el camino avanzado hasta ahora para programar.

La delegación de nuestro colegio estuvo conformada por 20 peregrinos acompañados de sus guías: profesora Daniela Bolbarán y los exalumnos Esteban Vásquez, Javiera Chávez, Ricardo Stange y de los animadores sectoriales Javier Lagos e Ignacio Lagos.

Un emotivo momento “es la promesa del peregrino”, que consiste en asumir una actitud de Jesús, para ser vivida durante la vida. Esta promesa la realizan los peregrinos durante su pertenencia en el movimiento, es voluntaria y personal. Esta vez, realizaron su promesa los peregrinos Florencia Pacheco y Joaquín Fuenzalida.

“María, estrella del amanecer, da fuerza a nuestro ascender,
María estrella de la mar, orienta nuestro marchar”